La nueva tecnología seca de vacío Busch Cobra, además del ahorro de energía, agua y residuos generados, aumenta el nivel de vacío final en el proceso, hecho que supone un aumento de la calidad del producto.
La bomba de vacío se utiliza para inertizar los equipos de producción, absorber las materias primas y secar los tanques tras su limpieza.
Hasta la fecha, muchas bombas de vacío Busch Cobra han sido instaladas en procesos donde la pureza y calidad del producto tienen relevancia. Esto se asegura mediante el alto nivel de vacío continuo que consigue la bomba de vacío de tornillo.
El panel de control monitoriza las siguientes señales:
• Consumo eléctrico.
• Vibraciones.
• Temperatura.
• Presión.
Un incremento del consumo eléctrico es un indicador de una posible deposición de material en el interior de la bomba. Si esto sucede, un sistema de limpieza adicional con disolvente (flushing) será necesario. Igualmente, una vibración elevada puede significar también una deposición de material. Si la vibración excede un nivel determinado, la bomba de vacío se parará de forma automática.
El control de la temperatura en el interior de la bomba y en el escape aumenta la protección contra explosiones. Éste control asegura que la temperatura máxima permitida no se exceda. La monitorización del nivel de presión y vacío asegura unas condiciones óptimas para conseguir la calidad deseada del producto.
La bomba de vacío seca de tornillo COBRA de Busch está equipada con un variador de frecuencia. Durante los ciclos de arranque y paro de la bomba y los ciclos de limpieza con disolvente, la bomba de vacío gira un 20-30% más lenta que su velocidad normal (3000 rpm). Esto significa que la bomba de vacío puede funcionar sin pararse durante todo el año.