Para una empresa, comprometerse con un proyecto de inversión (capex) es una gran decisión. La elección correcta puede reducir costes, mejorar la eficiencia y aumentar la productividad y el beneficio; sin embargo, una mala decisión nos podría conducir, en casos extremos, a la modificación o reemplazo de la inversión en un corto período de tiempo con un coste adicional considerable.
Dada la importancia financiera de tomar la decisión adecuada, no es de extrañar que los equipos de contabilidad y finanzas desempeñen un papel tan importante en la toma de decisiones de capex. Pero también es vital que el personal de ingeniería participe en el proceso desde el principio, para evitar errores, como comprar el equipo incorrecto o especificar incorrectamente los parámetros operativos.
El grupo consultor global McKinsey & Company señala que la evaluación efectiva de la inversión de capital es particularmente importante en mercados competitivos y de rápido movimiento, como el sector alimentario, donde los rendimientos de la inversión son pequeños en relación con el coste del capital invertido. Sin embargo, esta evaluación debe aglutinar todas las habilidades comerciales relevantes, incluidos los conocimientos operativos y de ingeniería, así como las finanzas y la alta gerencia.
Cuanto más completo sea el conocimiento del equipo a adquirir, más probable será que se creen presupuestos y evaluaciones precisos y se acuerde una propuesta sólida de inversión. El personal de ingeniería y operativo tienen una visión más clara de los proyectos potenciales, más allá del coste inicial de los nuevos equipos, para incluir los gastos adicionales en los que se pueda incurrir. Equilibrar el coste de reemplazo con el rendimiento depreciado precisa de la experiencia y conocimientos operativos del departamento de ingeniería.
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